Nuestras comunidades de hermanos y hermanas no están quedando al margen de la pandemia que afecta a toda la humanidad. Desde el primer momento hemos tratado de acompañar y ayudar a los más cercanos en modos diversos, uniéndonos al papa y a la Iglesia en la oración por toda la humanidad.
Como en la “primera ola”, también esta segunda ha afectado directamente a algunos religiosos y religiosas, contagiados de la enfermedad provocada por el coronavirus. A todos encomendamos y procuramos seguir su situación.
En este momento concreto la mayoría de los frailes y monjas contagiados que nos han comunicado su situación son asintomáticos o tienen síntomas no excesivamente graves. Hemos sabido de alguna comunidad en la zona del Véneto (Italia), golpeada más duramente hace algunos días, al punto de que un religioso en Trento -ya aquejado de algunas enfermedades y de edad avanzada- no pudo superar la enfermedad.
Por desgracia, el virus ha entrado también en la Casa General. Queremos informaros de que la mayoría de los casos están asintomáticos y los hermanos que tienen alguna molestia están bajo control. Así, la vida en la Curia sigue adelante con normalidad, si bien se han acentuado todas las medidas de protección recomendadas. Agradecemos mucho a quien, conociendo ya la noticia, se ha interesado por los enfermos y nos ha asegurado su oración.
Si hubiera alguna novedad la comunicaremos inmediatamente. Por el momento sigamos pidiendo por la salud de los enfermos. Precisamente para evitarles trabajo y facilitar así su recuperación, es preferible limitar los mensajes y las llamadas telefónicas.
Gracias de antemano.