Del 27 de noviembre al 2 de diciembre de 2016 ha tenido lugar en Stella Maris (Haifa, Israel) un encuentro de convivencia y de reflexión entre los superiores generales de los Carmelitas, P. Fernando Millán, y de los Carmelitas Descalzos, P. Saverio Cannistrà, junto con los Definidores o Consejeros generales de ambas órdenes religiosas. La iniciativa se enmarca en la praxis de diálogo y de cercanía fraterna que ha sido habitual en los últimos tiempos.
El tema central del encuentro ha sido el estudio de las relaciones entre vida consagrada e iglesia particular, a propósito de la nueva versión del documento Mutuae Relationes, que está en fase avanzada de elaboración en las congregaciones vaticanas correspondientes. La reflexión ha sido dirigida por el P. Agostino Montan, de la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo), profesor de la Pontifica Universidad Lateranense y reconocido especialista en el tema. Con él han recorrido la historia de la cuestión, con una atención especial a la perspectiva adoptada por el Concilio Vaticano II y su evolución posterior, con el redescubrimiento de la Iglesia particular y de la eclesiología de comunión. Se ha analizado la situación actual y las perspectivas de futuro, valorando entre otros elementos el énfasis del reciente documento Iuvenescit Ecclesia en la coesencialidad de los dones jerárquicos y los dones carismáticos.
El rico diálogo de estos días ha tenido especialmente en cuenta la experiencia de nuestras familias carmelitanas en distintos ámbitos (parroquias, misiones, laicos…). Se ha hablado asimismo de la vida contemplativa femenina y de las nuevas orientaciones de la constitución apostólica Vultum Dei Quarere y sus implicaciones a distintos niveles (monasterios, federaciones, frailes y monjas, diócesis, congregaciones vaticanas, etc.).
Por otra parte, durante los días del encuentro los participantes tuvieron ocasión de entrar en contacto con el pasado y el presente de la presencia carmelitana en la tierra de Israel. Una de las visitas emblemáticas fue el Wadi-es-Siah, cuna de la vida carmelitana; allí pudieron comprobar y comentar los pasos que se van dando poco a poco para conservar y dignificar los restos del monasterio primitivo y para facilitar la peregrinación a este enclave tan significativo de nuestra historia. También se acercaron al actual convento carmelitano del Muhraqa, vinculado a la tradición del profeta Elías y lugar de destino de numerosos peregrinos y visitantes. La estancia en Tierra Santa se completó con un día de peregrinación a lugares de fuerte sabor evangélico como el monte Tabor, Nazaret, Cafarnaúm y el lago de Galilea.
La experiencia vivida ha servido para reforzar la relación cordial y fraterna entre los
gobiernos generales de nuestras familias religiosas y para renovar el deseo de seguir viviendo y transmitiendo el estilo de vida evangélico que nació en la tierra de la Biblia y ahora está extendido por el mundo entero con múltiples formas y matices. Todos nos sentimos llamados, en el espíritu de la Regla dada por San Alberto a los primeros ermitaños del Monte Carmelo, a “vivir en obsequio de Jesucristo, sirviéndole lealmente con corazón puro y buena conciencia”, “meditando día y noche la ley del Señor”.