Me gustaría compartir con vosotros la situación actual de nuestras comunidades OCDS en Ucrania. Somos 46 los que queremos vivir la espiritualidad carmelitana. Pero antes, hagamos una breve historia del Carmelo Seglar en nuestra tierra de Europa del Este.
En las afueras de la antigua ciudad de Kiev se encuentra la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz: aquí es donde los Padres Carmelitas comenzaron su misión después del período comunista. En octubre de 1994 se fundó la primera comunidad del Carmelo Seglar de «Ángeles de la Guarda». Hoy, la comunidad de Kiev tiene 18 miembros. En febrero de 2003, en la ciudad de Khmelnytsky, se formó la comunidad «María, Madre de Dios de la Gracia» con el apoyo de los Padres Carmelitas. Está integrado por 14 miembros. En la ciudad de Berdychiv, a la sombra de la imagen de Santa María del Escapulario, nació en el otoño de 2014 la comunidad de la «Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María». Cuenta con 8 miembros. La comunidad más joven se encuentra actualmente en Kharkiv. Nació en enero de 2020 y se llama «Niño Jesús de Praga».
Hoy, en estos momentos de guerra, son tiempos difíciles para todas las comunidades y para todas nuestras familias. Tratamos de mantenernos en contacto unos con otros. En este mismo momento, tan solo un miembro de la comunidad de Kharkiv permanece en esta ciudad destruida. Cuando se acabó la luz, la comida y la calefacción, ella se refugió en un búnker cerca de una parroquia. Los miembros de la comunidad de Berdychiv permanecen en sus casas, ya que la ciudad aún no ha sido bombardeada. Todos se ayudan como pueden: algunos acogen refugiados del este del país, otros preparan redes militares o cosen ropa para los soldados y defensores de la ciudad, y otros trabajan como voluntarios. En Khmelnytsky, los miembros de la comunidad viven encerrados en sus casas.
Alrededor de Kiev, muchos lugares han sido arrasados y destruidos. Las casas de los civiles han sido destruidas sin piedad. Cuatro personas de la OCDS permanecen en Kiev.
Ponemos nuestra vida en las manos del Señor y de su Divina Misericordia. De manera muy especial, encontramos refugio en el gran protector del Carmelo, San José. Todas nuestras comunidades rezan a este gran santo, recordando lo que de él dijo nuestra santa madre Teresa de Jesús. Os pedimos que recéis vosotros también a San José por la paz en Ucrania.
