Comenzó nuestra jornada con la misa matutina, presidida por nuestro hermano Mons. Oswaldo Escobar, ocd. Podríamos resumir su homilía con estas palabras: mantened un espíritu de discernimiento y de vigilia a la escucha del Señor.

A las 9 nos hemos reunido en la Sala del Capítulo para una sesión matinal de “renovación espiritual”. Hemos escuchado en primer lugar a Mons. Libanori, sj, obispo auxiliar de Roma. Su meditación se ha desarrollado en torno a 1 Re 19, el camino del profeta Elías que huye al desierto y camina durante cuarenta días hasta el monte del Señor. Entre oras cosas, el ponente nos ha invitado a recordar que, el hecho de haber sido elegidos y enviados por Dios nos concede también la posibilidad regresar a Aquél que nos ha enviado. Pero hemos de ir al desierto, donde Dios habla, donde Dios ha establecido su Alianza. Mons. Libanori nos ha ofrecido también algunas conclusiones prácticas: hemos de mantener viva la esperanza para nuestro mundo; por ello, quizás ha llegado el momento de tomar la postura de los Apóstoles reunidos en el cenáculo con María, en la espera de la venida del Espíritu Santo. Solo el verdadero contemplativo puede discernir y anunciar los caminos del Señor.

En la segunda mitad de la mañana, nuestro hermano Mons. Oswaldo Escobar, ocd, ha compartido con nosotros lo que para él significa -inspirándose en las exhortaciones del papa Francisco- el “Carmelo en salida”. Después de haber recordado los varios aniversarios y centenarios que se celebrarán durante el próximo sexenio, ha hablado de dos eventos únicos que han tenido lugar en los precedentes: por primera vez, la Orden, en sus diversas ramas, leyó a la vez en todo el mundo los escritos de nuestra Madre; además, los frailes han afrontado una relectura de sus Constituciones. Mons. Escobar señaló tres desafíos para nuestra Orden hoy: el trabajo de la nueva evangelización, el paso de la autorreferencialidad a la solidaridad y la cura de aquellos que Dios nos ha confiado (pueblo o frailes).

Por la tarde, los capitulares se han reunido de nuevo en pequeños grupos para el diálogo. Después, a las 17:30, cada grupo ha podido compartir en el aula capitular las cuestiones suscitadas por las relaciones enviadas por las diferentes estructuras dependientes del Gobierno general, así como algunas cuestiones específicas de las diversas áreas geográficas.

El encuentro finalizó a las 19:00 y la jornada concluyó con la oración y las vísperas. Hoy animó la liturgia el grupo latinoamericano.