Mons. Anders Arborelius, el primer cardenal sueco de la historia y primer cardenal carmelita del tercer milenio, visitó el santuario de Nuestra Señora de la Nieve en Adro el domingo 7 de abril, con motivo de las celebraciones del 500 aniversario de la aparición mariana en Adro (1519-2019). Recibido por el P. Gino Toppan, el Provincial de Venecia, P. Aldino Cazzago y la comunidad de frailes carmelitas, el cardenal Arborelius, o “Padre Anders”, como prefiere ser llamado, presidió una misa muy concurrida en el cementerio del santuario.
Durante la celebración de la Eucaristía fue bendecida la imagen de Nuestra Señora de la Nieve, la cual peregrina durante el mes de mayo por la región de Franciacorta.
La Santa Misa comenzó con una pequeña sorpresa: el saludo, en la lengua materna del cardenal de la pequeña comunidad sueca presente en Franciacorta. Algunos alumnos de la escuela, coordinados por los profesores de música, animaron la celebración con gran alegría. A pesar de algunas gotas de lluvia que asustaron a los más temerosos, pero no al Padre Gino, el clima fue finalmente bueno, para alegría de los devotos de Nuestra Señora congregados en el Santuario. En su homilía, el “Padre Anders” destacó que la Cuaresma es un momento de alegría, en el que caminamos con esperanza hacia la santidad, siguiendo el modelo de María, compañera en la peregrinación de la conversión; con ella, concluyó el cardenal, “podemos avanzar hacia la santidad y la renovación espiritual”.
Por la tarde, el “Padre Anders” visitó a las monjas descalzas de Cividino, mientras que en la cena recibió la visita del obispo de Brescia, Mons. Pierantonio Tremolada. El lunes 8, Monseñor Arborelius presidió la oración matutina de la escuela Nuestra Señora de la Nieve. Esta visita ha sido un momento de gozo y comunión para el Carmelo, bajo el patrocinio de Santa María (Fr. Samuele Donà ocd).