Queridos todos,
Son muchos los que nos habéis pedido noticias, y estamos muy conmovidas por ello. Las masacres que han tenido lugar y siguen ocurriendo en la costa noroeste de Siria, en la región alauita de donde proviene la familia del antiguo presidente, no tienen nombre. Es un crimen contra la humanidad, un verdadero genocidio. ¿En qué es responsable el pueblo alauita, simple y muy pobre, de las décadas de gobierno de la familia Assad? Estupor, ira y miedo reinan en toda la región de Latakia y se extienden por el país. ¿Hacia dónde vamos? ¿Nadie defenderá a estas pobres personas que no tienen dinero, ni poder, ni medios para defenderse? ¡Se lo suplicamos, recen y, en la medida de sus posibilidades, actúen para que cese esta masacre indigna de la humanidad!
Esta mañana hemos hablado con la hermana Rima, Superiora de las Carmelitas Apostólicas de San José en Latakia. Lloraba por teléfono. Tienen un hogar de estudiantes, en su mayoría alauitas. Las pobres jóvenes están destrozadas de dolor tras enterarse de la masacre de sus padres, hermanos, hermanas, amigos… Además de todo esto, la ciudad de Latakia lleva cinco días sin electricidad ni agua. Aquí también las privaciones se multiplican.
Esta tragedia ha provocado reacciones y manifestaciones dentro del país, pero, por desgracia, estas degeneran rápidamente en violencia… Y el gobierno no reacciona. ¿Cuál es su grado de responsabilidad en este drama?
En la Iglesia, patriarcas y obispos han respondido con firmeza, exigiendo al gobierno que detenga esta masacre y trabaje realmente por el bienestar y la reconstrucción de todo el país. Nuestro obispo latino, Mons. Jallouf, ha sido particularmente contundente. Conoce bien a “Jabhat al-Nusra” en Idlib… Y las diferentes facciones del país (drusos, kurdos, chiitas, etc.) también se están manifestando, a menudo en defensa de los alauitas.
Como en todas las catástrofes y revoluciones, el país es también testigo de actos heroicos y de gran belleza. Entre otros ejemplos, algunas familias suníes y chiitas han acogido y protegido a alauitas.
Recemos para que cese esta violencia y para que el gobierno asuma su responsabilidad en trabajar por la reconciliación, la paz y el bienestar del país. Y rezad también para que los cristianos, muy perturbados, mantengan la confianza y no abandonen su país… Gracias por su oracion, por su cariño… Que tengan una buena y santa Cuaresma. Nuestro Salvador Jesús es y será siempre el vencedor por su entrega y su muerte de amor en la Cruz.
