Desde hace más de un año, en la región de Kananga (República Democrática del Congo), vienen produciéndose enfrentamientos entre miembros de la etnia tribal mayoritaria y el gobierno central de Kinshasa, a consecuencia de los cuales murió el líder local Kamuina Nsapu. Declaradas en rebeldía, sus milicias, a pesar de la creciente presencia del ejército congoleño, continúan generando muchos problemas que afectan a los ciudadanos.
En particular han elegido como blanco de sus iras a la Iglesia católica, pues esta se ha ofrecido como mediadora para alcanzar la paz y los rebeldes, en el colmo del delirio, han interpretado este gesto como una ayuda al gobierno.
Así, el pasado sábado 18 de febrero saquearon el seminario de Cristo Rey y, el mismo día, entraron en el monasterio de nuestras hermanas de Malole quienes, afortunadamente, no sufrieron ningún daño.
No obstante, para evitar males mayores, el Nuncio en el Congo determinó que las monjas se trasladasen al centro de retiro “Tabor”, en el centro de la ciudad, donde estarán más seguras en la esperanza de poder regresar pronto a su monasterio.
Acompañamos a nuestras hermanas y al pueblo congoleño con nuestra oración.