Después de haber vivido dos años en una casa alquilada, no lejos de la parroquia de Santa Teresa de Ávila del barrio de Kognito, acabamos de instalarnos en el pequeño convento construido en el terreno de 3 hectáreas que la Orden tiene en el barrio de Apessito, también no lejos de la mencionada parroquia.
Hace apenas un año no hubiésemos podido imaginar lo que nos parecía un sueño y esto ha sido posible gracias a la generosidad de una multitud de bienhechores de España, cristianos laicos de las parroquias de la Sagrada Familia y del Carmen de Castellón de la Plana y otros tantos que suben a la montaña del Desierto carmelitano de las Palmas (Benicásim) y también algunos monasterios de nuestros frailes y monjas. Con estas aportaciones hemos podido costear casi la mitad de las obras, completando el resto nuestra Provincia Ibérica.
Os pedimos vuestra oración ante el Señor para que, en nuestra entrega de cada día, podamos poner los cimientos de esta nueva fundación del Carmelo Descalzo, para el florecimiento del Carisma de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz en estas tierras de África.
