El mes de noviembre ha estado marcado con algunos acontecimientos inolvidables para el Carmelo teresiano. Si el 19 de noviembre, en Avignon, era beatificado el P. María Eugenio, en una celebración multitudinaria a la que asistió el P. General acompañado de un buen número de religiosos, el impacto de la canonización de santa Isabel de la Trinidad el mes pasado se tradujo en la celebración de dos importantes congresos en el CITeS de Ávila y el TERESIANUM de Roma.
Del 10 al 13 de Noviembre, en el CITeS Universidad de la Mística, el pensamiento y Doctrina de santa Isabel de la Trinidad, así como su sencillez, sensibilidad y profundidad iluminaron más de un centenar de participantes. La transmisión on-line permitió a ochenta Carmelitas Descalzas de países como España, Costa Rica, Panamá, Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Venezuela, Marruecos, Líbano, Portugal, República Checa, seguir el Congreso muy de cerca desde sus conventos.
Por su parte, el Teresianum organizó un congreso los días 22 y 23 de noviembre, con una gran participación de público. Situada la nueva Santa en su contexto histórico y después de presentar un perfil biográfico-espiritual, los ponentes expusieron algunos de los elementos fundamentales de su doctrina: relación con san Pablo, cristología y espiritualidad trinitaria. Una eucaristía celebrada en la capilla del Teresianum que presidió el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, puso el broche de oro al congreso.