El pasado 22 de octubre, una imagen alarmante se extendía por redes sociales y medios de comunicación: un misil había caído en la huerta de las monjas Carmelitas descalzas de Alepo, Siria, aunque, gracias a Dios, no explotó.
Puesto en contacto el P. General con la comunidad, la Madre A-Françoise, le comunicaba que las hermanas se encontraban muy bien, a pesar de la impresión, y que el misil no había causado daño material alguno. La Madre prometía enviar nuevas noticias en breve, que comunicaremos por este medio y nuestras redes sociales y declaraba haberse sentido protegida por S. Juan Pablo II, cuya fiesta se celebraba ese día.
Sigamos orando por nuestras hermanas de Alepo y por la paz en Siria.